El mes del libro se marcha y Sorgina tiene toda mi atención

¡Buenas, lectorxs! 

Abril ya está cerrando sus puertas y una de las cosas que me viene a mente es lo increíble que es que ya haya pasado un añazo desde el Verkami con el que se financió la publicación de Helhest. No guardo con mucho cariño esos días, la verdad. Aun cuando me obligué a recapacitar sobre mis sentimientos negativos, por todo el esfuerzo, estrés y desesperación que me invadió durante esos días, digamos que sigo traumatizada por aquel evento. Un evento que salió adelante a pesar de mis peores miedos (importante de recordar). Y un evento que, de poder, no voy a volver a repetir en mi vida. 

Ahora bien, regresemos al abril de 2025. Un mes en el que, después de haber tomado la sabia de decisión de que todo me la sude (a eso lo llamo yo 'madurar'), me he sentido muy a gusto entre mis propias letras. 



Sorgina

Este mes lo he dedicado por completo a la reescritura de Sorgina (Ar Saoghal 3). Sep. Reescritura completa. En un nuevo manuscrito en blanco. Sep... Me gusta complicarme la vida. 

El culpable de esta idea, por así decirlo, sería Matt Bell, autor del libro Refuse to be done (el cual ya he mencionado alguna vez por aquí). En ese libro, Bell presenta un modelo para escribir una novela desde cero hasta la última revisión. Y el segundo paso después del primer borrador es reescribirlo desde cero. Es decir, que ahora mismo tengo la pantalla partida entre el manuscrito que he estado escribiendo (todavía incompleto) y el manuscrito nuevo que estoy haciendo. A medida que voy transcribiendo frase por frase, palabra por palabra, coma a coma, estoy creando algo nuevo desde las mismas raíces del texto. En algunas escenas los cambios son mínimos. Y, en otras, los cambios son enormes. Además, estoy dejando que mi perfeccionismo se cebe un poco conmigo y gracias a ello estoy dejando un manuscrito bastante pulido. Obviamente, una vez termine el maldito libro, tendré que leerlo mil millones de veces hasta que me harte de él y considere que es el libro más aburrido del mundo (momento en el cual será todo vuestro), pero estructuralmente podemos decir que está quedando con unos cimientos bastante fuertes. 

Muchas veces he reflexionado sobre esto, y ahora mismo creo que puedo reafirmarme en que me gusta más revisar que escribir en bruto. Cuando voy a "ciegas", siempre está el miedo de que todo lo que estás escribiendo no sirva para nada, o la sensación posterior de que has hecho un vomitado de palabras poco bonito o práctico. Claro que también disfruto de esa exploración, pero cuando estoy revisando y reescribiendo... como que ya sé mucho mejor lo que quiero en ese momento, lo que esa escena necesita, y es ahí cuando puedo regocijarme en la escritura. Digamos que, cuando escribo primeros borradores, es como un vago boceto de un dibujo que, con la reescritura y la revisión, termina convirtiéndose en una pintura llena de colores y detalles. 

A sabiendas de que la mayor parte del trabajo de un escritor es la revisión, no me puedo quejar de que esa parte sea de mis preferidas. 

Este mes, en particular, he reescrito los 4 primeros capítulos de Sorgina, con alrededor de 25.000 palabras. No es exactamente la meta que me había puesto para este mes, pero cuando hay días festivos es cuando mi curro alimenticio me reclama más, así que he tenido menos tiempo para teclear como la loca de las letras que soy. Tampoco estoy nada insatisfecha con mi progreso, más que nada por lo que he comentado: estoy muy contenta con el resultado hasta la fecha. No me importa cuánto tenga que tardar en escribir este libro. Quiero seguir gozando de su creación tanto como me sea posible. (Lo siento, por las que me exigís que lo saque rápido..., pero yo no funciono así). 

El mes que viene, por supuesto, seguiré a tope con Sorgina... y ya. Tengo ganas de meterme también en otras novelas..., pero yo solo puedo dedicarme a una cosa al tiempo. Quizá cuando termine esta reescritura (y, a ser posible, también la última parte del manuscrito), me pondré a escribir el primer borrador de alguna de las novelas que tengo pendientes (y que no tienen nada que ver con Ar Saoghal). Todavía queda bastante para eso, así que de momento... a seguir con las desaventuras de mis muchachos, que no son pocas. 


Por el momento, esto es lo que os puedo contar. Mentalmente, estoy mucho mejor y me siento mucho más contenta con lo que hago día a día sin agobiarme. Así que, nada, que tengáis un buen mayo y nos vemos a final de mes, como siempre. 


Pd. Ah, y la cadena de radio Ser de mi pueblo me hizo una pequeña entrevista junto con otra autora por el día del libro en Villa Serendipia (nuestra querida librería aquí). Os dejo aquí el enlace por si queréis escuchar mi grave voz de camionero. 

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