Triste (?) Update de Julio

¡Buenas, lectorxs!

Debo de admitir que me da rabia no haber podido escribir otro textaco reflexivo este mes (mi idea era subir aquí un escrito interesante a mediados de cada mes). Tenía varios temas en mente... pero este julio ha sido un mes complicado para mí. 

En el tema de escritura... también me da un poco (pero solo un poco) de vergüenza admitir que he abandonado el NaNoWriMo, que era donde registraba el número de palabras que escribía cada día y que marcaba mi progreso. 

Digamos una cosa del NaNoWriMo y yo; nunca nos hemos llevado muy bien. Muchas veces he intentado ponerme metas, seguirlas al día a día registrando mi avance... y nunca consigo durar más de un mes. Quizá ha sido una tontería creer que esta vez iba a ser diferente, pero supongo que una nunca lo sabe hasta que lo intenta (una y otra y otra vez...). 

Mi problema con tener un programa que te va marcando el número límite al que tienes que llegar cada día es que hay días en los que lo que escribo es auténtica basura. En serio. Pura porquería (e incluso las porquerías estarán muchísimo más decentes que mis escritos cuando se me va la olla). Diría que es culpa del calor (que también), pero lo cierto es que así es como escribo yo. Suelo tener bastante claro por dónde quiero que vaya la historia, pero a veces me desvío para ver qué tal queda de otra forma que se me acaba de ocurrir y puede salir o muy bien o muy mal... y cuando sale muy mal son palabras escritas que tienen que borrarse cuanto antes para que no sigan fastidiándome el resto del manuscrito. Esas cosas NaNoWriMo no las entiende, y con lo que a mí me gusta superar y marcar metas, pues me fastidia que por tener un día de escritura mierdosa no consiga llegar a ese numerito de palabras escritas que la página exige... así que me forzaba a escribir el doble para poder dar la jornada por válida. Pero si ese día he escrito ya una escena penosa es bastante improbable que ese día tenga fuerzas y cabeza para escribir algo decente. Hay veces en las que una simplemente necesita apartarse del manuscrito, aclararse las ideas y replantearse por donde está yendo y si merece la pena. 

Y no tengo muy claro que mereciera la pena, la verdad. No porque haya perdido la ilusión por mis pequeños norois, sino porque ese sistema de escritura simplemente me pone una presión que solo me motiva hasta cierto punto. En un mes he escrito unas 60.000 palabras de las cuales igual he disfrutado escribiendo la mitad... y si no disfruto escribiendo, no sé para qué escribo.

Así que he dejado de escribir la segunda parte de Noroi. No por completo (no me matéis, por favor), pero me lo estoy tomando con mucha más calma. Dado que dejé el prólogo para más adelante, he dedicado unos días a escribirlo con todo el cariño que puedo albergar (es un prólogo muy emotivo, así que se lo merece) y a volver a disfrutar escribiendo. Más o menos tengo la mitad del manuscrito escrito, así que este mes que viene empezaré a editar, corregir y reflexionar sobre lo ya escrito, haciendo cribas, mejorando y volviendo a enamorarme de perderme en Ar Saoghal. No estoy preocupada por no tener el manuscrito completo para finales del verano, sobre todo porque mi prioridad en este venidero agosto es completar mi TFM, el cual tendré que presentar a principios de septiembre (y todavía me queda de redactar todo el análisis hehehehe 😭). Una vez lo haya presentado, mi cabeza estará mucho más libre para dedicarme al 100% a mis pequeños e intentar sacar una segunda parte que al menos esté a la altura de la primera. 

Por otro lado, me alegra mucho poder decir que... ¡Noroi ha sobrevivido a su primera presentación! Quise hacer la primera presentación en mi pueblo porque es donde mejor me acogieron con Hope y, aunque tenía mis dudas (como dejé caer en mi reflexión sobre el fracaso del escritor), fue mucha más gente de la que pensé. ¡Tanta gente que me dejaron con un puñadito de Norois (¡¡¡de los cuales la mayoría ya están apalabrados!!!)! 

Aunque di a mi chico 10 Norois para cuando tengamos que ir en septiembre a Zaragoza para la HispaCon (en la cual estaré firmando en la mesa de autopublicados 😌) y que no está garantizado de que los vaya a vender (aquí Inés la Optimista, siempre), ya estoy dando un repaso a mi copia de Noroi para corregir cosillas que se me hayan escapado y que los lectores no me hayan mencionado para mandar a la imprenta una versión revisada. No sabéis lo que me agria saber que estoy vendiendo copias "imperfectas"... y eso que casi nadie se queja por ello, pero bueno, soy mi peor enemigo. Espero que leer Noroi (por millonésima vez) me dé fuerzas extras para seguir trabajando en la segunda parte, ya que ese cliffhanger no se puede quedar así... ¿verdad? 😉

¡Que disfrutéis de agosto, echaros cremita solar y sed respetuosos, que la crisis climática no perdona a nadie!

Y, como no podría ser de otra forma, aquí una fotito de mis perretes elegantes:



 



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