Spooky Season Update: ¡Helhest está a mitad de camino!
¡Buenas, lectorxs!
Octubre has sido un mes... interesante. He estado en una feria del libro (muy inesperado para mí), intenté hacer el 'talectober' (un microrrelato cada día) - pero no pude completarlo porque a mí las ideas no me salen como churros (al menos de las buenas no) -, y... por fin he podido revelaros el título de la secuela de Noroi: ¡Helhest! Pero lo más importante es que estoy avanzando bastante con la novela. Ojalá, ojalá, ojalá que a finales de noviembre pueda anunciar que tengo el manuscrito completo. No hago promesas, pero ojalá.
Sin embargo, estoy teniendo algunas crisis de escritora. En realidad, Helhest lleva siendo un reto desde el principio. Creo que tengo las expectativas muy altas, tanto en lo que respecta a lo que quiero transmitir con el libro como en que quiero terminarlo lo más rápido posible para que disfrutéis de él, pero si lo hago rápido no podréis disfrutarlo porque sería un desastre y al ser una saga tendría que arrastrar ese desastre o después pasarme meses haciendo el trabajo que debería haber hecho antes y... en fin, que la presión me puede por momentos. Me da mucho apuro bloquearme, pero ese miedo solo hace que sea más propensa a, valga la redundancia, bloquearme. Es la pescadilla que se muerde la cola.
El caso es que me encanta reescribir y corregir. Me encanta volver atrás, dedicarle su tiempo a cada escena y frase, replanteármelo todo mil veces e incluso, si vuelvo a escribir un bloque por completo de nuevo, lo disfruto muchísimo más que escribiendo de nuevas. Porque escribir de nuevas me resulta... violento. Tengo un outline MUY claro de lo que quiero que ocurra en las siguientes 200 páginas (es decir, la segunda mitad de Helhest) y me encanta y tiene todo el sentido del mundo y ojalá que os estalle la cabeza cuando lo leáis. PERO me cuesta la VIDA ponerme a escribirlo. Y no es porque sienta que igual debería ir por otro rollo o cambiar la trama o cualquier cosa del argumento, sino porque cuando escribo siento que estoy escribiendo fatal. Nada más escribir ya quiero corregir lo que estoy poniendo porque lo odio. Lo ridículo es que muchísimas veces - a estas alturas ya suelo saber cuándo algo no funciona con bastante rapidez y lo deshecho sin miramientos en mi carpeta de borradores - cuando releo las escenas que he escrito no me parecen ni la mitad de terribles de lo que al escribirlas me parecían. Así que realmente no es que me haya convertido en una escritora de mierda (espero), sino que ahora mismo tengo el síndrome del impostor tan subidito que no puedo disfrutar como antes de estar sumergiéndome en las letras. Lo cual me sienta fatal y casi me ha dejado en un bloqueo de escritor que para nada quiero sufrir -muchísimo menos ahora que todo lo que hago es escribir-.
Por suerte, sigo escribiendo. Si por lo general suelo escribir alternando personajes, tal cual luego aparecen en la versión definitiva para ir avanzando con todas las historias al mismo tiempo, ahora solo estoy escribiendo con Kayla. Aunque todos los enfoques me encantan y son relevantes, ahora mismo el de Kayla es el que me resulta más atractivo, así que estoy dándome una "tregua" con los demás y avanzando todo lo que pueda con Kayla hasta que sienta que estoy lista para regresar con Floyd y Daisy y darles realmente su voz -de lo cual ahora, por razones que no puedo explicar ni entender, no me veo capaz-. Al final todos llegaran a buen puerto, lo sé. Lo bueno es que ya puedo decir oficialmente que tengo más de la mitad de Helhest escrito (y bastante revisado), lo cual me da mucha paz.
Escribir es una mierda, un trabajo descomunal que no recompensa para nada económicamente... pero oye, esta es mi mierda.
Os mantendré informados de los siguientes avances.
¡Gracias por leer!
Pd. Y aquí fotito de mi Chispita cuando era más cachorrina-preciosa-bebota-hermosota-guapísima-perrona 💕:
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