Charlando con María G.R. : Sobre cómo elegir un buen servicio de corrección y evitar fraudes
Como escritores, sabemos que por muchas correcciones y relecturas a las que sometamos a nuestras novelas siempre.se.cuelan.erratas. Somos humanos y aunque corrijamos palabra por palabra es imposible crear un texto perfecto. Esto puede causar mucha frustración, pero es un trabajo necesario. Por eso, cuando contratamos a un/a corrector/a, lo hacemos porque necesitamos que un profesional nos diga lo que nosotros no podemos ver. Ser corrector no es sencillo ni consiste en ser un simple lector: y no solo requiere ciertos conocimientos en estructura, ortografía, estilo, etc., sino tener el tacto para dar al texto el amor que se merece. Estoy segura de que todos hemos oído hablar (o, por desgracia, sufrido) sobre algún corrector que se vende muy bien pero que no realiza un buen trabajo o no tiene un buen trato con el escritor, demandando mucho dinero por un trabajo pésimo. Con María (autora de La luz de la arshamiet) vamos a hablar sobre qué deberíamos buscar en un corrector para saber que es de fiar antes de contratar sus servicios y qué señales nos indicarían que no merece la pena:
1. Cada género literario es un mundo. Los estilos varían muchísimo, así como el ritmo, lenguaje, etc. ¿A la hora de elegir corrector haría falta buscar a alguien que haya trabajado más y que esté más especializado en el género de tu novela o en ese aspecto no importa que sea más genérico?
Creo que si lo que buscas es un informe de lectura, es importante que la persona que escojas esté familiarizada con tu género, aunque no se dedique específicamente a él. Cuando se trata de una corrección, pienso que lo importante es que el profesional tenga conocimientos de estructura, estilo, ortografía, etc., y no tanto de un género en concreto.
2. Cuando se contratan los servicios de un corrector, se puede (y debe) pedir una prueba de cómo corrigen con las primeras páginas de tu novela. Dependiendo del tipo de corrección que le pedimos (ortográfica, de estilo, tipográfica, etc.), ¿qué deberíamos esperar de un buen corrector? ¿Qué signos nos indicarían que no puede darnos los servicios que buscamos?
Es muy importante pedir una prueba, aunque en mi caso, eso no fue suficiente para detectar el problema porque esa muestra no tuvo nada que ver con el resultado final. Hay que pedirla, pero no es lo único que debemos hacer antes de dar el paso de contratar a esa persona.
Lo más importante que debemos tener en cuenta es que nuestra escritura no es perfecta. Lo que consideras como válido es bueno, pero eso no significa que no necesite una revisión en la que SIEMPRE se encontrarán cosas. Lo que quiero decir es que si en esa prueba de corrección te dicen que todo está perfecto, corras hacia otro lado tan rápido como puedas.
3. Siempre debemos estar abiertos a mejoras, pero al final es nuestra decisión si tomamos ciertas sugerencias o cambios en nuestro texto. En el caso de querer una corrección de estilo, ¿hasta qué punto deberíamos permitir cambios para evitar que nuestro libro deje de sentirse como nuestro o que se convierta en otra novela diferente?
Es cierto que los correctores pueden darte esa ayuda que pula ciertas frases o escenas, que te hagan ver cosas que tú, desde dentro, no eres capaz de ver. A pesar de eso, es importante que el texto no pierda tu esencia, que no añadas cosas que tú nunca dirías porque se va a ver muy raro. Puede que en esto haya diversidad de opiniones, pero nunca he cambiado nada que pareciera diferente a lo que saldría de mi pluma porque entonces deja de ser tu historia.
4. A pesar de los testimonios que algunos correctores puedan mostrar públicamente para dar confianza a posibles clientes, hay algunos que no cumplen bien con su labor o complican aún más la tarea del escritor para conseguir una historia clara y fiel a la idea original, sin respeto por la obra. ¿Sería más recomendable hablar personalmente en privado con varios clientes de correctores para tener una idea de cómo trabaja realmente? ¿Cómo encontraste tú los servicios de corrección para tu primera novela, qué te hizo decantarte por ese en específico y qué harías ahora diferente?
Lo más importante a la hora de escoger un corrector es hablar con personas que ya hayan trabajado con él, cuantas más mejor. Ese fue mi gran error al escoger para mi primera novela, conocí a la correctora por una recomendación, pero no pregunté más. El problema es que una buena opinión no es suficiente, porque puede ser algo puntual, como comprobé después, para mi desgracia.
Otro de mis errores fue pensar que si el presupuesto era alto, el trabajo sería de calidad, pero no fue así. La única certeza es que otros autores estén contentos con esa persona y, si es posible, leer algo que haya salido de ese corrector para comprobar de primera mano su trabajo.
5. Aunque es inevitable que, a pesar de ser un corrector profesional, alguna erratilla se escape, ¿hasta qué punto deberíamos aceptar esas faltas tras una revisión de corrector? ¿Cuáles serían las banderas rojas más claras de que el corrector no ha hecho o no está haciendo un buen trabajo?
Siempre he dicho que todos somos humanos y podemos equivocarnos. Eso me hizo ser comprensiva durante más tiempo del necesario con mi correctora. El problema es que los errores que quedaron en el libro no eran faltas sin importancia como una “a” que falta al final de una palabra, sino faltas de ortografía o frases cortadas, cosas que los lectores no se merecían y que como autores no debemos aceptar.
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