Charlando con Sandra Adrián: Sobre el abuso de signos de puntuación

Los signos de puntuación tienen un gran poder en la escritura. Un mal uso de ellos puede crear confusión en el texto, hacer más lenta una escena que debería ser rápida, o incluso hartar al lector con la sobrecarga de ciertos elementos de puntuación. Para evitar el abuso de estos recursos en nuestras historias, Sandra (autora de Thalios I: El Elegido de Morghael) nos dará sus consejos en el tema:

1. Uno de los recursos que un escritor novato (o no tan novato) emplea para indicar una pausa en un diálogo o para crear una tensión antes de revelar un dato importante de la trama son los puntos suspensivos. Sin embargo, es un recurso que no se puede usar a la ligera ni se debería confiar tanto en él pues puede crear una pobreza en el texto donde el escritor podría lucirse. ¿En qué situaciones sería más apropiado emplear los puntos suspensivos? ¿Se pueden usar para crear «suspense»? ¿Cuáles son sus límites?

Las situaciones apropiadas para usar los puntos suspensivos son varias: dejar una frase a medias o una enumeración, crear suspense como bien dices, pero para que esto tenga efecto y cumpla su papel es necesario limitar su uso. El cómo se puede limitar no es fácil para los autores noveles, ya que, al parecer, este recurso es muy atractivo. Cuando corrijo una novela hago un barrido visual para saber cuánto han abusado tanto de puntos suspensivos como los dos puntos (otro recurso que gusta mucho) y, en base a este dato, lo comento con el autor o autora para indicarle que únicamente voy a dejar los puntos suspensivos correctos, los que cumplen su función; los demás los verá eliminados para ganar agilidad en el texto y, como ya he comentado, dar importancia a los que sí son correctos.

2.El uso de los dos puntos y el punto y coma es otro recurso que, sobre todo por falta de práctica y explicación en los centros de educación, pueden resultar atractivos a la par que confusos. Al igual que los puntos suspensivos, cada uno tiene su momento y uso específico para impulsar la lectura en vez de estropearla. ¿En qué situaciones se podrían emplear los dos puntos y el punto y coma de forma que fluya en el texto? ¿En qué momento sería inapropiado usarlos?

Con estos dos recursos veo cosas diferentes: por un lado, los dos puntos tienen el efecto de los puntos suspensivos, por lo que no voy a volverme a extender; por otro lado, el punto y coma lo echo en falta a menudo. Precisamente creo que es por lo que comentas, en los centros educativos creo que a este recurso le dedican poco espacio. Cierto es que el abuso del punto y coma ralentiza el texto tanto como poner muchas comas en una misma frase, por eso suelo remarcar que no por escribir frases largas escribes mejor (muchas veces es preferible «trocear» las ideas en varias frases más cortas). Un uso inapropiado que he visto del punto y coma ha sido usarlo para dividir varias ideas en una frase, de ahí que remarque lo de escribir frases más cortas, más directas.

3.Las comas son un elemento principalmente esencial para comprensión del texto. Por ejemplo, no es lo mismo decir «no quiero estudiar» que «no, quiero estudiar». Sin embargo, más allá de esas comas necesarias, hay cierta libertad para crear con ellas pausas dentro de los textos. ¿Hasta qué punto recomendarías usar más comas de las estrictamente necesarias? ¿Qué beneficios podría tener usar más comas, si es que los tiene? ¿Qué tipo de escenas verías más adecuadas para tener un mayor uso de comas y en cuales desaconsejarías su sobreuso?

Vale, veamos. Recomiendo usar más comas de las necesarias en momentos muy puntuales de la novela siempre y cuando se le quiera dar a esa parte calma, tranquilidad, sosiego… O para enfatizar alguna frase. ¡Pero no hay que escribir así la novela entera! Sinceramente no veo más beneficios que los citados en la frase anterior, al contrario, veo que ralentiza el texto y puede que el lector, si estamos ante un lector ocasional, llegue a perder el hilo y deba releer parte de la frase para entenderla. Esto, precisamente, es lo que intento que no suceda jamás, porque, a mi parecer, el lector puede perder el interés por leer la obra. Las escenas que veo más adecuadas para introducir muchas comas son las descripciones, pero ojo con ellas: en ciertos puntos tendríamos que recurrir al punto y coma. Y en las escenas que desaconsejo su uso son en las de acción, ya sean combates a espada, huidas en coche, una relación sexual… Cualquier escena que implique acción debe tener las comas justas, las obligatorias, pues la acción ha de narrarse con rapidez (eso de hacerlo a cámara lenta queda muy bien en el cine, pero durante una novela insisto en que ralentiza mucho y algunas acciones pueden quedar incluso repetitivas).

4. Tengo que hacerte esta pregunta sí o sí: ¡¡¡¿¿¿cuántas interrogaciones y exclamaciones son suficientes???!!! Muchas veces para crear una representación más clara de que un personaje está emocionado o gritando muy alto se hace un repetitivo uso de exclamaciones o interrogaciones que, personalmente, a mí muchas veces me resulta innecesario e incluso molesto. ¿Cuándo es suficiente? ¿Un signo al principio y al final de la frase es todo lo que necesitamos, indicando las emociones a través de palabras en vez de exclamaciones/interrogantes? ¿Cuándo deberíamos evitar abusar de ese recurso?

Un signo es suficiente, pero la norma indica que podemos usar un máximo de tres, tal cual lo has hecho en el enunciado y en ese orden, además. Si esto se hace una vez en toda la novela me parece bien, eso se lo dejo al autor, que lo exprese como quiera; pero si lo repite en varias ocasiones, le hago elegir. Siguiendo con este último caso, le explico al autor que es más interesante que nos muestre (no que nos explique) cómo se siente su personaje con una sonrisa, unos ojos enormes abiertos, dando saltitos sobre las puntas de los pies, mordiéndose las uñas, dando palmadas mientras grita… Estos simples gestos dicen más que tres exclamaciones. En una ocasión vi en un libro que no solo el autor abusaba de los signos de exclamación, sino que, además, la frase iba escrita en mayúsculas. ¡Esto no se debe hacer! Para finalizar, como ya he comentado, puedes usar este recurso en algo puntual y limitarlo a un solo uso para no sobrecargar el texto.